01.El límite entre lo rural y lo urbano
En los límites de la ciudad, donde la frontera entre el campo y el tejido urbano se desvanece, nació Canyelles. Conocido también como la Guineueta Vieja, fue el último polígono de viviendas construido durante la dictadura y su origen es el de los pequeños barrios autoconstruidos por las muchas familias obreras y de emigrantes que, arrojadas del centro de la ciudad debido a la especulación sin freno, se instalaron en la periferia.
Hace casi 100 años, el campesino propietario de las tierras de la antigua masía Can Guineueta vendía parcelas a personas de la pequeña burguesía barcelonesa, que construía en aquel lugar pequeñas torres con el fin de pasar cortas temporadas en ambientes más saludables. En 20 años, de un barrio de veraneo de la burguesía pasó a ser un barrio obrero marginado debido al abandono de la administración municipal, a la falta de asesoramiento técnico y de un plan coherente de urbanización.
Quienes más padecieron las consecuencias fueron los ancianos y los niños, obligados a permanecer en el barrio sin un lugar donde reunirse. Los niños jugaban en un solar, entre los escombros. Los jubilados, sin centro o espacio para el encuentro y sin posibilidades de participación en la vida colectiva, pasaban sus últimos años de vida sin otra perspectiva que la marginación social.
En 1970, cuando el ayuntamiento decidió la apertura del segundo cinturón de ronda, plan del que sólo algunas empresas obtendrían beneficios gracias a una operación especulativa inmobiliaria a costa de las clases populares, se comunicó a los vecinos de Canyelles que para mayor gloria de la ciudad debían abandonar sus casas y el insalubre barrio, pues en él sería construido el segundo cinturón de ronda y el polígono de viviendas que hoy conocemos como Canyelles. A cambio, el Ayuntamiento les ofreció ocupar un piso en una ciudad-dormitorio todavía más alejada y considerada ya inhabitable por las condiciones de humedad. Para los habitantes del barrio las condiciones eran humillantes, y no podían ser aceptadas, por lo que los vecinos se reunieron para crear la Asociación de Vecinos de Canyelles, que se articuló con el resto de asociaciones de Barcelona formando parte de la Asociación de 9 barrios, que llevó a cabo un amplio movimiento de solidaridad ciudadana en el que el problema de un individuo podía convertirse en el problema de un barrio, y en el que el problema de un barrio podía ser defendido por toda la ciudad.
Fue mediante la acción directa que los vecinos de Canyelles consiguieron solucionar los problemas del barrio. Los vecinos lucharon hasta conseguir que el Ayuntamiento construyese conjuntos de viviendas sociales junto a las de venta libre en el barrio, y que se comprometiese a construir los servicios y dotaciones públicas necesarias como colegios, centro de mayores, una biblioteca y el mercado. Los vecinos tuvieron que aprender solos a pensar y a crear el barrio en su conjunto, y Canyelles, como lo conocemos hoy, verde, accesible e integrado con el resto de la ciudad, se lo debemos a ellos, a su compromiso y su lucha para construir una ciudad para todos.
We may not be far from the day that planners, designers, development promoters, and other professionals recognize the fact that the space between buildings is as important to the life of the urban human being as the buildings themselves, and act accordingly.
Serge Chermayeff, Christopher Alexander. 1963
El límite como espacio de oportunidad
As if it were the last piece of a puzzle, the site proposed by the competition, located between the Canyelles neighborhoods (the last built polygon in the city and Roquetes, and a clear example of a self-built neighborhood) and the Collserola mountain and the Ronda de Dalt, presents an empty, underused, unstructured, and unfinished aspect, where the original topography has been mutilated by several urban operations. It does not have an “urban” character that links it to other sectors of Barcelona, nor does it have a rural character, just scars of what it once was.
This condition, far from being a problem, appears as an opportunity that allows us to move away from traditional regulations and reinvent other possibilities that, even complying with the buildable parameters, occupied surfaces and built volumes, are dissociated from the façade alignments, the block typologies and of spaces designed in the form of squares and civilized gardens.
Estrategia global para un problema local
In order to reconstruct the void between two places that have opposite densities, such as a landscape of towers and a football field, we propose to materialize the discontinuity: as opposed to concentrating the entire required housing program in a single building, we opt for the strategy of spatial atomization of the volume to be built, turning the site into an isotropic landscape with isomorphic qualities both in its built-up spaces and in its voids.
Es rural, muy catalana y el origen del lugar.
The masía, a typical construction of the Catalan landscape reserved -almost exclusively- for the rural world and the farmlands and that used to be a part of the Nou Barris district, is taken as a reference, not only formally but also conceptually, rescuing all the important aspects for its establishment: construction system, orientation, and production.
La Masía urbana
Por medio de un cambio de escala y de densidades que afectan tanto a los volúmenes construidos como a los vacíos que envuelven la edificación, esta estructura rural pasa a ser urbana en el momento en que deja de ser una construcción aislada para formar parte de un sistema de unidades de vivienda colectiva de distintos tipos de propiedad (libres y dotacionales). El objetivo final de esta operación es producir ciudad mediterránea integrada, conectada, adaptada y sobre todo adaptable, productiva y sensible con los ciclos de vida de sus componentes.
De la máxima ocupación del suelo y su posterior subdivisión en volúmenes que albergan el número de viviendas y servicios requeridos resultan nueve masías que se disponen sobre una topografía apenas alterada. De forma dispersa, su condición común es una presencia propia que busca conectar física y visualmente los barrios de Canyeles y Roquetes, así como la ciudad y la montaña de Collserola, a la vez que escapar de percepciones/perspectivas largas para el ciudadano, que accede a ellos con un cierto carácter de sorpresa.
02.Naturaleza productiva
Puede que no esté lejos el día en que planificadores, diseñadores, promotores del desarrollo y otros profesionales reconozcan el simple hecho de que el espacio entre los edificios es tan importante para la vida del ser humano urbano como los edificios mismos, y actúen en consecuencia.
Serge Chermayeff, Christopher Alexander. 1963
Naturalizar la ciudad
Con el objetivo de una apuesta clara por la naturalización de los espacios urbanos, la imagen que desencadena el proyecto es la de un gran espacio verde de producción vegetal, de energía y de servicios comerciales y artesanales tradicionales que se reinventan o mutan al mezclarse los unos con otros donde se insertan las edificaciones (masías urbanas) con el fin de construir un tejido social avanzado y aumentar la cohesión social entre las personas residentes y nuevos visitantes.
La propuesta pretende dar satisfacción a un deseo entre lo vital y lo poético, de introducir naturaleza a través de un paisaje productivo y reivindicar la ausencia de urbanismo que permita crear una especie de heterotopía aislada, de oasis forzoso en medio de un tejido fragmentario formado como un cadáver exquisito por distintas autorías a lo largo del tiempo; vacíos en la serie de las cosas, huecos en el continuum de lo que es, agujeros en el ser, entreabriéndose sin motivo, tan chocantes como incomprensibles para sí y sus semejantes.
No intervenir
En lugar de asignar a cada edificación o núcleo de vivienda un área de sembrado, apostamos por la creación de un gran campo productivo según la práctica del sistema de cultivo basado en la lógica del agricultor, biólogo y filósofo japonés Masanobu Fukuoka, a la que él mismo llama “método natural”.
La esencia de este método es reproducir las condiciones naturales tan fielmente como sea posible, de modo que el suelo se enriquece progresivamente y la calidad de los alimentos cultivados aumenta sin ningún esfuerzo añadido.
Los principios básicos de este sistema son:
-No arar: de esta forma se mantiene la estructura y composición del suelo con sus características óptimas de humedad y micronutrientes.
-No usar abonos ni fertilizantes: mediante la interacción de los diferentes elementos botánicos, animales y minerales del suelo, la fertilidad del terreno de cultivo se regenera como en cualquier ecosistema no domesticado.
-No eliminar malas hierbas ni usar herbicidas: estos destruyen los nutrientes y microorganismos del suelo, y sólo se justifican en monocultivos. Pero Fukuoka propone una interacción de plantas que enriquece y controla la biodiversidad de un suelo.
-No usar pesticidas: también matan la riqueza natural del suelo. La presencia de insectos puede equilibrarse en un cultivo.
-No podar: dejar a las plantas seguir su curso natural.
-Sembrar mediante bolas de arcilla (Nendo Dango) de forma dispersa en la totalidad del solar. En las bolas pueden incluirse diversas combinaciones según sea el cultivo de cereales, hortalizas, frutales, zona boscosa, etcétera, de modo que pueden tener muchos más usos que el de producción de alimentos agrícolas: reforestación, reverdecimiento, regeneración de suelos…
Estos principios de trabajo se basan en la filosofía de no hacer (Wu Wei) , o más exactamente, no intervenir. Este sistema de trabajo ideado por Fukuoka libera gran parte de la labor y esfuerzos innecesarios de la agricultura conocida. Su método, que él llama a veces Agricultura Natural Mahayana, se basa en empezar dando y luego recibir de forma natural , en lugar de exigir a la Tierra hasta agotarla.
Así, tomates, lechugas, zanahorias o berenjenas, entre otros alimentos, ahora fachadas que envuelven el espacio público, constituyen la base productiva del solar. Se trata de plantas multifuncionales, comestibles y de muy fácil cultivo, que además de servir de apoyo en el huerto son medicinales y suponen una estrategia de lucha contra el cambio climático.
Estrategia de paisaje
Esta estrategia de paisaje no sólo convierte al solar en un ecosistema maduro con índices altos de biodiversidad a partir de la vegetación dispersa plantada que establece un corredor verde entre la montaña de Collserola y los barrios ya consolidados, sino también en un campo isótropo y multiescalar donde se gestionan de forma sincronizada los mecanismos de contacto, intercambio, regulación, adaptación y comunicación de sus componentes.
Islas programáticas
Todo aquello que no es productivo en términos agrícolas, y que pertenece al plano del espacio público, esto es, los caminos rodados y peatonales, y el resto de programas que demandan las bases del concurso (equipamientos públicos, zonas deportivas y lugares de ocio), se construye procurando causar el mínimo impacto y en pro de la reversiblidad, como quien abre claros en el bosque.
La organización topológica del espacio público no sólo permite que los trazados de los caminos, tanto de circulación rodada como peatonal sean accesibles, sino que además posibilita la creación de ´islas´ que facilitan la organización, casi escondidos entre la naturaleza, los nuevos programas.
Desde el punto de vista espacial, la forma de acceder a estos lugares potencia las interacciones humanas a la vez que dota de cierta intimidad y seguridad a las actividades que en ellos se realizan (tomar el sol, jugar al básquet, leer un libro o columpiarse), a la vez que se disfruta de un paisaje multicolor.
El trazado orgánico del espacio público permite la adaptación de la topografía, de forma que los trazados de los caminos sean accesibles y la disposición de islas/oasis faciliten además la organización del resto de programas que demanda el concurso: equipamientos públicos, zonas deportivas y lugares de ocio, y la creación de recintos susceptibles de que cualquier cosa ocurra.
Las plantas bajas de las edificaciones constituyen el nexo de unión entre el espacio público y el privado. Estos lugares albergan espacios destinados para usos comerciales o comunitarios, que enmarcan a la vez que protegen de la intemperie el espacio de acceso, que se configura como un gran corredor cubierto entre el paisaje productivo y el colectivo que atraviesa cada una de las masías de lado a lado cosiéndose a los caminos e islas entre las huertas. El paseo entre las huertas provoca la posibilidad de sorpresa en una deriva diferente dentro de la propia ciudad de Barcelona.
Biodiversidad programática y social
Aparte de integrar la producción como un elemento más de la complejidad urbana, se busca producir ciudad a partir de la densidad y la mixtura de usos. Lejos de los modelos de zonificación y segregación urbana, donde se proponían, por separado, áreas residenciales y áreas productivas, se apuesta por un totum revolutum.
Bajo este prisma de diversidad, y desde un punto de vista social, Masía Urbana actúa como un aglutinador social, donde los viejos conviven con los más jóvenes, con aquellos que pertenecen al lugar o con los que simplemente están de paso.
Unidades ejecutables e independientes en el tiempo
La atomización y distribución de forma homogénea del programa edificado sobre el territorio, esto es, las viviendas sociales, las de carácter dotacional y los servicios, supone que el conjunto de masías es susceptible de ser construido por fases, así como ofrece la posibilidad de que usuarios, promotores y diseñadores renegocien las condiciones particulares de cada unidad de forma independiente.
03.La vida sin instrucciones de uso
Modos de vida
La vida real siempre se escapa de la vida proyectada. Bajo esta perspectiva, el planteamiento de cada Masía Urbana pretende ser un sistema que permita acoger la mayor cantidad de soluciones residenciales, las de siempre, las raras y las más avanzadas posibles.
Los nueve volúmenes comparten un sistema arquitectónico que ha de leerse simultáneamente en planta y en sección para ser comprendido. Con un diseño que parte de la diversidad de los modos de vida de los usuarios, de los distintos núcleos convivenciales, de los tipos de vivienda, de la luz solar y de otras consideraciones, el esquema común de cada sólido responde a un núcleo donde la vida colectiva en distintos niveles es agujereada horizontalmente para permitir la iluminación natural, albergar núcleos de comunicación y ser el filtro entre la vivienda y el espacio verde, respectivamente.
Organización y estructura
Con una estructura aparentemente compleja que no se genera como una simple superposición de plantas idénticas, únicamente la estructura tridimensional es un parámetro constante.
Cada Masía Urbana se organiza en torno de un núcleo de comunicaciones central expandido en cada una de sus plantas, donde se pueden sacar a tomar el sol actividades que hasta ahora pertenecían al ámbito de lo privado y mezclarse con actividades propias del espacio público, como organizar un torneo de ping-pong, sentarse a ver la última película de Julia Roberts o echarse una siesta.
La superficie de ocupación máxima de cada Masía Urbana se inscribe en un cuadrado máximo de 18,5×18,5 metros, y mínimo de 14×18,5 metros, siendo la altura máxima de 6 plantas más planta baja reservada a usos comunitarios o espacios comerciales. En esta matriz de 3×3, el módulo central se destina al núcleo de comunicaciones vertical, reservando al menos dos módulos adyacentes para espacio de uso comunitario de los vecinos de esa planta.
La vivienda
Las viviendas se organizan en el perímetro dejando libre al menos un módulo de fachada para que el espacio comunitario atraviese la planta. La vivienda dotacional de alquiler para personas mayores se mezcla con la vivienda social como se mezcla la vida en el rellano de la escalera. En cada planta puede haber de 3 a 4 viviendas, dependiendo de la superficie de estas. Esto permite distintas configuraciones de planta y de organización de la vivienda a partir del mismo sistema, tantos como modos de vida existen o núcleos convivenciales.
Las viviendas disponen de un núcleo de instalaciones donde conectar los espacios húmedos en el centro de la crujía perimetral, que permite la reversibilidad de usos del espacio dentro de la vivienda. Se busca sobre todo establecer las bases de un sistema donde los espacios sean indiferenciados en cuanto a superficie, permitiendo que el usuario los utilice o transforme en función de las necesidades que van surgiendo en el transcurso de la vida. Frente a una solución definitiva y cerrada de la vivienda o la organización de cada planta del edificio, que entendemos que será objeto de un encargo posterior fruto de las negociaciones entre arquitectos y propietarios, un soporte que permita cambios y apropiaciones.
Frente a la imposición de una zona de día y una de noche, se busca que los espacios comunes de la vivienda ocupen una posición central que funcione como bisagra, pudiendo esta dilatarse o contraerse según exista la necesidad de más o menos compartimentación del espacio de cada usuario o núcleo de usuarios. Las viviendas dotacionales tienen una superficie útil de 40 m2, y las sociales 60m2 y 80m2, siguiendo un esquema lineal o en L, para aprovechar al máximo la superficie de fachada.
Habitar la piel
Las piezas edificatorias forman un conjunto racional dentro de un conjunto orgánico con una piel que las hace permeables y que intenta alejarse del concepto de fachada para funcionar como el órgano receptor de estímulos del exterior de un sistema complejo que se adivina en funcionamiento en el interior. Las ventanas son grandes ojos que miran al espacio público, lugares donde mirar y ser vistos. Sin grandes alardes tecnológicos, sus variaciones se deben más a su particularidad respecto a las distintas orientaciones y a su relación topológica con el resto de edificios, así como con el suelo o con el cielo.
In Between
Los descansillos, pasillos, patios y otros espacios sin nombre resultado de esta diversidad generan distintos espacios de convivencia, cubiertos o no, de geometrías/diversidad donde los usuarios pueden desarrollar su vida de formas no previstas por los arquitectos, siendo responsables de la negociación colectiva que garantice la compatibilidad de usos, seguramente sorprendentes.
Vivienda inacabada
La perfectibilidad, la flexibilidad y sobre todo, la retirada a tiempo del profesional, son las condiciones de partida para nuevas formas de vida que se alejan del concepto propiedad pública/privada y estimulan espacios-tiempos diferentes.
Asumiendo las condiciones estructurales y geométricas de las dos escalas anteriores, las posibilidades de elección se configuran de la siguiente manera: las unidades de habitación se proyectan desde un carácter de espacios disponibles inacabados.
Resulta difícil aportar a la vivienda si no estamos colaborando con ingenieros y sociólogos que permitan introducir la realidad aumentada, los materiales inteligentes, las nuevas necesidades y los nuevos grupos convivenciales en los espacios domésticos.
Usuarios
Ni hay usuarios tipo ni tipología perfecta. Hay determinados tipos de vivienda que funcionan bien en condiciones específicas para tiempos singulares de usuarios concretos. Masía Urbana plantea soluciones de vivienda particulares que busca garantizar espacios domésticos dignos y sostenibles para todos/as y en particular para aquellos/as que no tienen todas las capacidades, motoras, sensibles, para el joven, la anciana, la familia, la pareja de gays, los estudiantes inmigrantes y nosotros mismos -que somos bastantes raros/as-.
Y tú, ¿dónde vives?
Vivo en la casa que necesito; cómo y con quien ahora quiero; charlando a veces con los viejos del quinto, en la barbacoa los findes con las del segundo; corriendo con mi perro en un oasis que me envuelve desde donde veo la luna de la ciudad en la que quiero morir.